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Esta es la filosofía de muchos viajeros apasionados por redescubrir la esencia de ciudades como la capital colombiana que lo tiene todo: cultura, gastronomía, arquitectura y por supuesto, gente increíble. 

En el corazón de Bogotá podrás encontrarte de muchas formas entre las calles de un lugar tradicional que ha marcado la vida comercial de la ciudad y el país: San Victorino.

En este icónico sector de la ciudad se vibra de una manera única. De sus infinitos puestos comerciales emergen una energía particular que se compara al ambiente de lugares exóticos como el Gran Bazar de Estambul, el Tianguis de San Felipe en Ciudad de México o el mercado de Sao Paulo.

“Lo que no se encuentra en San Victorino, no existe”

Fundado en 1578, San Victorino completa más de 400 años como eje principal de intercambio comercial en la capital. En aquel entonces, por las aguas del río San Francisco arribaban embarcaciones de otras zonas de Colombia para comercializar sus mercancías y retornar a los municipios y ciudades aledañas; tradición que con el paso del tiempo se mantiene, surtiendo no solo a pequeños y medianos comerciantes del país, sino que aquí el comercio supera las fronteras con exportaciones locales hacia Ecuador, Chile, Perú, entre otros países.

“Lo que no se encuentre en San Victorino, no existe” sueles escuchar mientras recorres las 17 manzanas que comprende el centro mayorista más importante de Colombia, ubicado entre la calle 9 a la calle 13 y de la carrera décima a la avenida Caracas.  

Sobre estas calles se extienden cuadras enteras de locales del sector textil, papelería, juguetería, cacharrerías, marroquinería, droguerías, perfumes y más. Los vendedores no mienten cuando dicen que “lo que sea que necesites, allí lo encontrarás”. 

El Madrugón más famoso de Colombia

La dinámica de comprar y vender desde tempranas horas del día originó el Madrugón de San Victorino, uno de los eventos más conocidos en Bogotá. Allí, desde la madrugada de los miércoles y sábados, comerciantes de la zona exponen sus productos en 28 bodegas actualmente habilitadas y los centros comerciales: Visto, Gran San y Lo Nuestro en los que, además de la diversidad y la calidad para todos los gustos, hallarás precios bajos realmente sorprendentes.

El Madrugón es un fenómeno único en el mundo que se volvió tradición. Son en un 90% empresas familiares, gran parte lideradas por madres cabezas de hogar, gente que tiene su pequeño taller con sus máquinas y producen durante la semana, para vender los miércoles y los sábados” afirma Alejandro Tobar, administrador de la bodega Medellín.

Mientras gran parte de la ciudad duerme, los productores y comerciantes sacan a relucir todo su talento y perspicaz espíritu negociador. Comerciantes de los llanos orientales, de los santanderes, de Boyacá, del sur del país, en fin… de toda Colombia, llegan a la capital colombiana para adquirir productos estrella a los mejores precios. 

Hay otro aspecto a destacar es que en el ámbito textil San Victorino es pionero con la producción 100% local de prendas para la familia. Productos peculiares y muy requeridos como el famoso jean levanta cola que ha dado la vuelta al mundo, una prenda producida por diferentes talleres de marcas colombianas.

Aquí no hay intermediarios, aquí se compra directamente al productor, aquel que al llegar el mediodía retorna a su taller o fábrica para adquirir nuevamente materias primas y empezar nuevamente su producción. Se estima que en un Madrugón circulan alrededor de 10 mil personas por día y, en temporada alta, puede albergar hasta a 100 mil visitantes en un solo día. 

El ambiente de San Victorino es realmente eufórico y singular, el mismo que se concentra en los cientos de personas que a diario y en épocas decembrina se lanzan en busca de aquello que pueden necesitar.  

¿Veci qué fiesta desea ambientar? preguntan los vendedores que de forma misteriosa parece que pudieran leer tu mente, adivinando aquello que buscas.

El gremio de las piñaterías te ofrece más de lo que puedas imaginar. Aquí con aproximadamente 50 mil pesos colombianos (menos de 15 dólares) podrás adquirir los elementos principales para decorar cualquier evento: cumpleaños, baby shower, fiestas temáticas, entre otras. 

Para las familias grandes, este lugar es perfecto para actualizar el closet de sus integrantes. Allí logran adquirir por docenas Calzado y prendas de vestir para rendir mejor el dinero.  La multitud anda feliz porque hay mucha variedad por ver, tanto que perderás la noción del tiempo al recorrer cada calle, pasaje comercial o centro comercial.

Si buscas renovar tu estilo, en el centro comercial De Todo, como su nombre lo indica, encontrarás variedad de accesorios (bisutería desde 2.000 hasta los 25.000 pesos colombianos) maquillaje, bolsos y complementos de todo tipo que pueden convertirse en el obsequio ideal para cualquier ocasión. 

Si prefieres los almacenes clásicos bogotanos, cuentas con varias opciones como el pasaje Gómez, reconocido por sus almacenes de años en los que encuentras elegantes vestidos de paño para eventos sociales como matrimonios o grados. Por estos días se aprecian a las niñas probando vestidos blancos de primera comunión.

El Centro Comercial Visto es otro escenario digno de recorrer. Fundado hace 5 años, en Visto se refleja el esfuerzo y la dedicación de varios comerciantes que han hecho carrera en San Victorino, posicionando sus marcas. En su plazoleta de comidas además de varias opciones para degustar, hallarás espacios cómodos para descansar. 

En San Victorino hay espacio para todos. Aquí no existen diferencias: gente de todas las edades, de toda Colombia y de cualquier parte del mundo se cruza al andar. Una cultura híbrida que invita siempre a regresar, gracias al trato de los cientos de comerciantes que a viva voz estarán esperando tu visita. 

 

Patrimonial y bogotano

En la zona sobresalen también varios edificios con gran valor arquitectónico que preservan la memoria histórica de la ciudad. Es el caso del centro comercial Maizena que en el pasado acogió los juzgados de Bogotá y hoy es un lugar con productos para bebe y gran variedad de elementos para el hogar. Otra construcción representativa del sector es el emblemático edificio Banco de la Costa, en el que reposan varias bodegas de comerciantes; alrededor encontrarás varias casetas dedicadas a la venta de libros de cuanto género puedas imaginar. 

La obra denominada ‘La Mariposa’ del escultor payanés Edgar Negrete (ubicada en la plazoleta central) es uno de los emblemas de San Victorino, allí se vive una metamorfosis constante: cientos de emprendedores día a día se reinventan mostrando a la ciudad su tradición comercial. 

A solo unas cuadras se encuentra la Plaza de Bolívar y el tradicional Chorro de Quevedo. También se ubica el Bronx Distrito Creativo, un símbolo de resiliencia para contar nuevas historias. Otro lugar digno de recorrer, es la custodia más grande del país en la iglesia del Voto Nacional.   ¡San Victorino y Bogotá te esperan!

 

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