A sus 34 años, Herrera es mucho más que un corredor de ruta. Se ha consolidado como una de las figuras más completas del atletismo colombiano, combinando experiencia en pista, potencia en la montaña y disciplina diaria. En una ciudad como Bogotá, a 2.640 metros sobre el nivel del mar, donde el aire es más escaso y cada paso cuesta el doble, Nicolás ha hecho de ese desafío su fortaleza.
“La gente piensa que la mmB se trata de acumular muchos kilómetros, pero en realidad, se necesita tener una fortaleza muscular muy grande. Correr por una hora a ritmo elevado no es nada fácil; entonces, muscularmente, la montaña te pone muy fuerte y te ayuda a afrontar estas competencias de larga distancia”, expresó.
Es justamente ahí donde el diferencial de Herrera se hace evidente. Desde hace más de una década combina entrenamientos en la montaña, ascensos técnicos y preparación de fuerza. Una fórmula que ha perfeccionado con el tiempo y que le ha permitido destacarse en las principales competencias del país.
“Estas competencias de montaña te dan mucha más fuerza para afrontar las de ruta. En Colombia tenemos muchas carreras donde hay ascensos, incluyendo la mmB que tiene muchos falsos planos subiendo, entonces nos sirve mucho ese entrenamiento”.
En 2024, Nicolás cruzó la meta de la mmB como el mejor colombiano: un logro que ahora quiere repetir y mejorar. Analizando su participación anterior, reconoce lo que puede ajustar para esta edición: “Debí salir más rápido el año pasado, con mucha más confianza y cerca al lote de punta. La primera parte de la mmB fue un ascenso; entonces, es ahí donde tengo que sacar más ventaja”.
Un año de resiliencia y nuevos retos
El 2025 ha sido un año especialmente emotivo y desafiante para Herrera. Una lesión en el cuádriceps, ocurrida en noviembre de 2024, lo obligó a alejarse de los entrenamientos. Sin embargo, en enero pasado retomó su preparación y, con apenas cuatro semanas de trabajo, logró imponerse en la tradicional carrera del Ascenso a Envigado, alcanzando su décimo título en esa exigente competencia.
“Días antes de la carrera me volví a enfermar y pensé no ir; fue muy difícil porque sentí mucha falta de aire cuando iba subiendo, pero finalmente logré llegar y ganarla”.
Esa capacidad de sobreponerse es parte de su esencia. Nicolás continúa sus entrenamientos combinando fondo, acumulación de kilómetros, sesiones específicas y trabajo en montaña. Para él, cada rutina es un paso más hacia su meta.
“A veces entreno por las tardes, tampoco descuido la fuerza de la montaña porque me parece superimportante para estas competencias. Trato siempre de concentrarme el día de la competencia, no desgastarme y estar concentrado. Me gusta mucho tratar de activarme y motivarme para salir con agresividad”, afirma.
Bogotá: ciudad de corredores y de altura
Bogotá no es una ciudad cualquiera para los corredores. Es un reto. Correr en la capital significa enfrentarse a los 2.625 metros de altura, a los falsos planos, al clima cambiante y a una ciudad que respira deporte en cada rincón. Por eso, la Media Maratón de Bogotá es mucho más que una carrera: es un símbolo.
Además de la mmB, Nicolás tiene en la mira el Campeonato Nacional de Atletismo, varias competencias internacionales de montaña y el Mundial. Pero sabe que todo comienza aquí, en su ciudad.
“Por eso es tan importante disputar esta mmB, porque me da la base y la confianza para poder afrontar lo que viene. Quisiera estar en el top cinco y, si no, estar dentro de los ocho primeros. Aspiro volver a ser el mejor colombiano; ojalá se vayan dando las cosas. Por supuesto aspiro poder mejorar mi marca, eso me dejaría contento”.
Inspirar desde el ejemplo
Además de atleta, Herrera es entrenador. Sus logros no solo lo motivan a él, también inspiran a sus pupilos, quienes ven en su carrera un ejemplo de disciplina y constancia.
“Ha sido súper importante también mostrarles a los jóvenes que sí se puede, que con trabajo duro podemos lograr grandes cosas”.
Nicolás lo tiene claro: más allá de los tiempos y las medallas, su propósito es dejar un legado deportivo en el país.
“Yo aspiro aportar a la gente con mucha motivación al entrenar, que vean un ejemplo de trabajo duro y honesto. Este año quiero hacer una buena carrera para que el nombre de Colombia esté adelante; eso me motiva muchísimo”.
En el año en el que la media maratón de Bogotá celebra sus 25 años, Nicolás Herrera no solo correrá por la victoria. Correrá por Bogotá, por Colombia y por todos aquellos que creen que los sueños se alcanzan a punta de disciplina, trabajo duro y constancia.
Con cada zancada, Nicolás Herrera quiere dejar claro su mensaje: el esfuerzo da frutos y Colombia tiene en él a un corredor que siempre va por más.
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