Más de 75.000 personas asistieron a la tercera edición del Festival Cordillera, en Bogotá, en el 2024. Según Páramo Presenta, organización que convoca al certamen, de esa cifra se calcula que 8.600 fueron visitantes internacionales y 20.250 turistas nacionales y excursionistas.
En Cordillera, Aconcagua, Cotopaxi y Cocuy —nombres de los escenarios instalados en el Parque Metropolitano Simón Bolívar— miles y miles de personas vibraron al ritmo de los Fabulosos Cadillacs, Juan Luis Guerra, Hombres G., Miranda, Vilma Palma e Vampiros y Sistema Solar, entre otros artistas extranjeros y nacionales. Y este año, entre el 13 y el 14 de septiembre, promete seguir rompiendo récords de asistencia con un cartel de lujo: Fito Páez, Carlos Vives, Rubén Blades, la agrupación argentina de rock en español Serú Girán —que se reúne de nuevo después de más de 30 años de separación— y la La Mosca Tsé -Tsé, entre muchos más.
Y todos aquellos visitantes que lleguen antes o durante la cuarta edición del Festival Cordillera, o que se queden unos días más, tendrán la oportunidad de descubrir y disfrutar toda la oferta turística, de eventos y entretenimiento de la que fue proclamada por la Unesco como la Ciudad Creativa de la Música gracias a la diversidad de sus expresiones tradicionales, populares, urbanas y a un fuerte movimiento de música académica y de vanguardia.
Para comenzar el día
Un desayuno con un caldo de costilla, un tamal santafereño servido con chocolate y otras delicias de la cocina tradicional bogotana y colombiana hacen parte de las opciones que tendrán los asistentes a la hora del desayuno. Lo pueden disfrutar en algunas de las plazas de mercado de la ciudad que se destacan por su oferta gastronómica. Algunas de ellas son La Perseverancia y La Concordia (en el centro de la ciudad) y 12 de Octubre (carrera 51 # 72-13, en el occidente).
Con las suficientes calorías para que el cuerpo aguante durante los dos días del evento, pueden dar un paseo por La Candelaria y visitar sus sitios más emblemáticos: la Plaza de Bolívar con el Capitolio Nacional, construido entre 1848 y 1926 en arquitectura republicana y neoclásica; el Palacio de Justicia, reconstruido después de haber quedado en ruinas tras la toma de grupo guerrillero M19 en 1985; la Catedral Primada y el Palacio Líevano, sede de la Alcaldía Mayor, que evoca a las edificaciones históricas de Madrid o París. Pueden disfrutar de una exquisita taza de café colombiano en alguno de nuestros tantos cafés de especialidad, entrar al Museo Botero —que expone la colección donada por el emblemático artista colombiano y con varias obras de su colección privada, y de acceso gratuito— y llegar hasta el pintoresco y bohemio Chorro de Quevedo. Y ahora, rumbo al parque Simón Bolívar porque el Festival Cordillera empezará pronto.
La vida nocturna
Terminada la jornada del primer día, y si les queda energía, pueden salir a alguno de los más de 11.000 bares y discotecas de la ciudad, ubicados especialmente en sectores como la Zona Rosa, Chapinero, Usaquén (en el norte) y La Candelaria (centro). Allí encontrarán establecimientos especializados en salsa, rock y en todos los géneros, muchos de ellos, con música en vivo.
Eso sí, recuerda usar medios de transporte seguros, que debes solicitar desde tu teléfono celular y seguir todas las recomendaciones que te damos en la sección Información al Viajero de ‘Visit Bogotá’. Sin embargo, vale aclarar que, tras terminadas las jornadas del festival, TransMilenio ofrecerá recorridos a las zonas más estratégicas de la ciudad.
Si te quedas unos días más
Si puedes quedarte unos días después de asistir al Festival Cordillera —¡ojalá!—, te recomendamos diferentes planes y recorridos que, a su vez, puedes encontrar en Visit Bogotá. Saliendo de la ciudad, por la zona norte, encontrarás una ruta fascinante cargada de historia, arquitectura monumental, naturaleza, cultura y una oferta gastronómica que crece con identidad y sabor. A menos de dos horas por carretera desde la ciudad, destinos como Zipaquirá, Nemocón, Tocancipá, Chía y Cajicá se revelan como paradas imperdibles. Conocida como la ‘Capital Salinera de Colombia’, Zipaquirá alberga uno de los destinos más asombrosos del país: la Catedral de Sal. Esta maravilla de la ingeniería y la espiritualidad fue tallada a 180 metros bajo tierra en el corazón de una antigua mina de sal, y está considerada una joya del turismo religioso a nivel mundial.
A solo 30 minutos de Zipaquirá, el municipio de Nemocón es hogar de una mina menos conocida pero igualmente encantadora. Las Minas de Sal de Nemocón ofrecen un recorrido íntimo y cargado de historia, donde se pueden apreciar impresionantes formaciones salinas, un cristalino espejo de salmuera subterráneo, y herramientas de la antigua industria minera. La visita incluye historias de amor, ciencia y cine, pues la mina fue escenario del filme Los 33, sobre los mineros chilenos atrapados en 2010.
Toda esta región también es reconocida por su variada oferta gastronómica. Aquí se encuentran desde parrillas y asadores campestres, hasta restaurantes de autor y propuestas internacionales. El clásico indiscutible es Andrés Carne de Res, donde la comida, la música, la extravagancia y la fiesta se combinan para una experiencia sensorial completa.
En Cajicá, el ambiente es más tranquilo y familiar. Es el lugar ideal para un almuerzo campestre rodeado de jardines, con platos típicos como el ajiaco, sobrebarriga y postres artesanales. También hay opciones gourmet, panaderías artesanales y cafés con encanto.
Caminar en una ciudad verde
Bogotá, más allá de su energía urbana, guarda un secreto que asombra a quienes saben mirar más allá de los rascacielos y avenidas agitadas: su riqueza natural. Y aquí va un dato que te puede dejar con la boca abierta: el 70 por ciento del territorio bogotano es rural y de conservación ambiental. Y entre todo el inventario de planes recomendados se destacan la Quebrada La Vieja: todo un clásico de la naturaleza bogotana. Ubicada al final de la Calle 72, en el barrio Chapinero, este sendero es uno de los más populares entre los locales y visitantes. Inicia en el barrio Rosales y se interna en un bosque andino que asciende hasta el mirador de La Virgen, a más de 3.200 metros. En el camino, el sonido del agua, el canto de aves como el cucarachero de los matorrales y la densa vegetación hacen olvidar que uno se encuentra a minutos del corazón financiero de Bogotá.
Aunque muchos llegan en teleférico o funicular, pocos saben que el ascenso a pie a Monserrate es también una ruta de conexión con la naturaleza. Pero más allá de la ruta tradicional, existe una red de caminos menos transitados —como el sendero de San Francisco–Vicachá— que atraviesan relictos de bosque nativo y permiten ver especies endémicas y disfrutar de miradores únicos sobre la ciudad.
Toda la oferta turística en Visit Bogotá
La variada y robusta oferta turística de la capital colombiana se encuentra disponible en www.visitbogota.co, portal de promoción del Instituto Distrital de Turismo (IDT). Todos los atractivos de turismo cultural, histórico, gastronómico y de naturaleza aparecen en dicha página —tanto en sus versiones de escritorio como de celular— así como en la aplicación gratuita ‘Visit Bogotá’.
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