Los primeros pobladores de la sabana de Bogotá fueron los indígenas muiscas, una de las civilizaciones precolombinas más avanzadas de Sudamérica. Vivían, en ese entonces, en armonía con la naturaleza, venerando a los cerros sagrados y a los ríos que cruzaban su territorio. Su legado aún perdura en los nombres de los lugares y en las tradiciones que aún se celebran en algunas localidades de la ciudad.
Hoy visitaremos uno de los lugares más emblemáticos de la apenas naciente ciudad, donde tendremos la oportunidad de conectarnos con nuestros antepasados y su entorno natural: La Candelaria. De la mano del operador turístico Big Mama Colombia, el recorrido inicia en la Parroquia Nuestra Señora de las Aguas, ubicada en la carrera 2a #18-68. Desde este punto, se puede admirar una privilegiada vista panorámica de los cerros Monserrate y Guadalupe, dos guardianes naturales de la ciudad. Nos recomiendan pedirles permiso para adentrarnos en el territorio y poder contar su historia.
El camino sigue rumbo a la plazoleta ubicada frente a la Universidad de los Andes, ubicada en carrera 1 #18a-12, donde los guías Andrés Cifuentes y Wilmer Talero empiezan a narrar la historia de Bogotá antes de que el cemento cubriera la sabana. Por ejemplo, donde hoy se levanta la prestigiosa institución de educación superior, según cuentan, funcionaba una fábrica de licores.
El recorrido continúa hacia los alrededores de la Casa Quinta de Bolívar, histórica residencia que el Libertador utilizó como lugar de descanso. Además de la belleza de la centenaria casona, llama la atención la huerta que el mismo Bolívar ordenó levantar en esos terrenos y que sigue existiendo, precisamente, con el nombre de la Huerta Mestiza. Queda dentro del Jardín Bolivariano y de ella sobresalen algunas verduras y hortalizas.
Durante la visita a los aposentos del Libertador conocerás la historia de ‘El Abuelo’, un pino ciprés americano con más de 400 años de antigüedad. Además, te hablarán de Alexandre Sabès Pétion, un héroe de la independencia latinoamericana, recordado por ser uno de los primeros presidentes de Haití y por su apoyo crucial a Simón Bolívar en la lucha por la libertad de los pueblos afrodescendientes.
Muy cerca de la Quinta de Bolívar se encuentra el yacimiento del río Vicachá, un antiguo curso de agua sagrado para los muiscas. Este río, aunque hoy en día es subterráneo, fue fundamental en la cosmovisión indígena, representando la conexión entre la vida terrenal y espiritual.
Al adentrarte en el corazón de La Candelaria, descubrirás la estatua de Policarpa Salavarrieta, mejor conocida como ‘La Pola’. Aunque el monumento se levanta en la carrera 2a con calle 18, vale aclarar que su fusilamiento tuvo lugar en la Plaza de Bolívar. Mientras contemplas la imagen de la heroína patria sentada y con las manos atadas en la espalda, escucharás algunas de sus hazañas en su búsqueda por conseguir la libertad del pueblo de la entonces Gran Colombia. Por ejemplo, se sabe que Policarpa Salavarrieta usaba su trabajo como costurera para ingresar a las casas de las familias realistas, donde aprovechaba para obtener información valiosa sobre sus movimientos y planes. Esos datos se los pasaba a los líderes independentistas.
También te hablarán del legado de la ecuatoriana Manuelita Sáenz y recorrerás cada uno de los pasos que la convirtieron en ‘la libertadora del Libertador’: la mujer que que se robó el corazón de Simón Bolívar y que se convirtió en figura clave en la causa libertadora.
El recorrido continúa hasta la Plaza de la Concordia, un lugar que combina historia y modernidad con su oferta gastronómica. Este espacio es conocido por su mercado, donde se pueden degustar platos típicos y experimentar la cultura local en un ambiente lleno de vida y color. Pero no solo eso, en el primer nivel encontrarás una galería de arte con diversas exposiciones.
La ruta sigue hacia la calle del Chorro de Quevedo, donde los murales narran la historia de la chicha, la bebida tradicional muisca, y resaltan la importancia del maíz y las tradiciones indígenas.
Finalmente llegarás a la Plaza de Bolívar, el corazón histórico de la ciudad. Rodeada de imponentes monumentos como la Catedral Primada, el Capitolio Nacional y el Palacio de Liévano, es testimonio del papel crucial que ha jugado Bogotá en la historia del país.
Los guías Andrés y Wilmer no solo te mostrarán los lugares más emblemáticos de La Candelaria: también te invitarán a sentir una profunda conexión con la naturaleza y con los habitantes que han dado vida a esta ciudad a lo largo de los siglos. Este recorrido es más que una simple visita turística; es una oportunidad para desarrollar un sentido de pertenencia con nuestros orígenes, para recordar lo que vivimos y lo que sentimos en este viaje ancestral.
Si estás listo para desconectarte de la rutina y sumergirte en la historia viva de Bogotá, La Candelaria te espera con los brazos abiertos. Descubre sus secretos y deja que cada paso te acerque a la esencia de esta ciudad milenaria.
Si decides participar en este recorrido, debes saber que tiene una duración aproximada de tres horas. Caminarás sin prisa, escuchando historias fascinantes como el mito del origen del universo, la leyenda de la laguna del Cacique Guatavita y la Leyenda de El Dorado. Además, tendrás la oportunidad de capturar fotos en más de 20 lugares icónicos e "instagrameables".
Ten en cuenta:
- Llevar hidratación en un termo reutilizable para proteger la naturaleza y evitar plásticos de un solo uso.
- Protegerse del sol con bloqueador, gorra o sombrero.
- Llevar protección para la lluvia, como sombrilla o capa impermeable.
- Usar calzado cómodo para caminar sin problemas.
Para más información y para apartar tu cupo, visita https://www.visitbogota.co/es/experiencias-turisticas/plan/la-candelaria--un-viaje-ancestral-3765