Sinónimo de convocatoria, vitrina, exhibición y reconocimiento, el paseo por la carrera 7a, en cualquier dirección, es más que una de las más emblemáticas tradiciones de Bogotá: es una manera de conocer quiénes y cómo somos los colombianos. Aunque podrás hacer el ‘Septimazo’ cualquier día de la semana, te recomendamos que escojas los fines de semana, sobre todo el domingo, día en el que se agolpan los vendedores de artesanías, antigüedades y artículos de colección, caricaturistas, bailarines y artistas urbanos.
Y es que más allá del imaginario citadino que contempla que el Septimazo tiene unos límites precisos entre la Plaza de Bolívar (carrera 7a No. 11 - 10) y la Parroquia de San Diego (carrera 7a No. 26 - 47), lo convierten en un camino casi interminable. A cada paso, en cada calle y con cada postal, se consolida como la calle más famosa y pintoresca de la ciudad.
La que hoy es una vía de encuentros y experiencias nacionales, fue conocida en el pasado como la Calle Principal o Calle Real. Más tarde le adjudicaron otros nombres: Avenida Séptima, Avenida de la República o Avenida Alberto Lleras Camargo. Lo cierto es que fue levantada sobre un camino indígena que los conquistadores españoles llamaron ‘Camino de la Sal o de Tunja’ y que justamente comunicaba a la entonces Santafé con el pueblo de indios de Usaquén y la Villa de Zipaquirá.
De sur a norte por la historia colombiana
En este recorrido imperdible por la antigua Calle Real, desde la calle primera hacia el norte, hasta la calle 26, podrás conocer icónicos lugares que cuentan la historia de nuestra nación. Pasarás por el Templo de San Agustín, construido entre 1642 y 1668, y que da cuenta de la famosa Batalla de San Agustín: quizá la primera afrenta que se recuerde entre tropas conformadas por partidarios políticos liberales y conservadores. Allí reposan los restos de la heroína independentista Policarpa Salavarrieta, fusilada en 1817.
Llegarás al Palacio de Nariño, obra que data de 1906, residencia oficial y principal sede de trabajo del presidente de la República de Colombia. En sus jardines interiores se encuentra el primer Observatorio Astronómico construido en América, diseñado y levantado en 1803 por el arquitecto capuchino Domingo de Petrés y cuyo primer director fue José Celestino Mutis, el padre de la expedición Botánica en América. También podrás disfrutar de uno de sus patios, la Plazoleta Rafael Núñez, con sus jardines y sus columnas dóricas, reabierta en el año 2022.
El camino te llevará a la Plaza de Bolívar, un vibrante escenario que resulta sorprendente no solo por la variedad de actividades que allí ocurren: desde movilizaciones sociales y eventos culturales, hasta los edificios que la rodean: el Palacio Liévano, construido a partir de 1843 bajo una arquitectura influenciada por el estilo renacentista francés y sede de la Alcaldía de Bogotá; el Capitolio Nacional, una de las construcciones más representativas de la arquitectura republicana y neoclásica de la ciudad y sede del Congreso de la República; el Palacio de Justicia, reconstruido por la toma guerrillera del M19 en 1985. También, el Palacio Arzobispal, la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá y el Museo de la Independencia – Casa del Florero, ubicado en una imponente casa colonial de más de 400 años de antigüedad, construida a finales del siglo XVI donde ocurrió el grito de la independencia nacional el 20 de julio de 1810.
Un crisol de arquitecturas
El septimazo es también un paseo por la arquitectura y la historia de la carrera séptima. A veces colonial, a veces enmarcada por la construcción popular y de clase media del siglo 19; en unos lugares es de estilo republicana, en otros, neoclásica y hasta moderna.
La séptima y su andar entre el ir y venir de transeúntes traerá a su paso, entre la calle 8 y antes de la 13 o Avenida Jiménez, un estilo de construcción moderno, en donde sobresalen las grandes edificaciones de baja altura y que albergan almacenes con un conjunto homogéneo de locales comerciales. En este punto se podrá pasar por el Banco de la República, el gigante edificio de Avianca —inaugurado en 1969 y célebre por ser en ese entonces con 41 pisos el más alto de Suramérica y por casi perecer en las llamas de un incendio en 1973— y el legendario Museo del Oro: que alberga la colección de orfebrería prehispánica más grande del mundo. Todas esas edificaciones están en el Parque Santander, conocido en la Colonia como Plaza de las Hierbas.
Finalmente, el recorrido te llevará a conocer el Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán, inaugurado en 1940; el Museo de Arte Moderno de Bogotá, la Torre Colpatria —el rascacielos más alto de la ciudad y que cuenta con un café mirador en su piso 55— y el Parque del Centenario de la Independencia, en la calle 26.
Y es que el patrimonio de la carrera séptima no solo se encuentra en los Monumentos Nacionales o los Bienes de Interés Cultural que la rodean, también está en la diversidad de actividades que permite: allí podrás encontrar nuestra colombianidad entre juegos de azar, entretenimiento callejero, música, baile, alimentación, risas y hasta rumba diurna y nocturna. El septimazo es un viaje de delicioso contraste. Su andar ofrece al visitante de a pie una variopinta cantidad de espectáculos: desde marchas militares y manifestaciones políticas, hasta el show callejero del mimo, el caricaturista, el fotógrafo, los incansables jugadores de ajedrez y los repentinos artistas de jazz, salsa, y de música indígena con sus quenas y charangos.