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En el corazón de Bogotá, en La Candelaria (calle 11 # 2-80), en una casona antigua en medio de calles empedradas, luces tenues, objetos antiguos y una decoración que parece sacada de otro siglo, existe un lugar con una experiencia más que mágica: sobrenatural. Es este establecimiento gastronómico donde ocurre un ritual que se mezcla con la historia, el misterio y el sabor, en una invitación a vivir ‘los 7 tiempos’ como un recorrido sensorial; perfecto, si buscas una experiencia inolvidable en tu visita a nuestra ciudad.

 ‘Vivir los 7 tiempos’

‘Los 7 tiempos’ no son un menú formal, sino una experiencia: siete sensaciones, siete momentos y siete sorpresas para los que deciden entrar en este hechizo culinario. Desde la entrada, con su ambientación mística hasta los últimos detalles de la noche, cada paso está calculado para impresionar.

Con el estómago preparado y como decimos en Colombia a la hora de brindar: ‘¡arriba, abajo, al centro y pa' dentro!’, la mesa y los tragos están listos para empezar la jornada. El orden de la rutina establece que se debe despertar el paladar y qué mejor que con el ‘Embrujo’, un cóctel de viche macerado con limonaria, jalea de gulupa (fruta exótica y aromática similar al maracuyá), canela y un toque de zumo de limón, que evoca un sabor fresco y misterioso con identidad colombiana. 

El segundo tiempo es con la ‘Bemba Morada’, un destilado inspirado en el Pacífico colombiano que combina viche Monte Manglar (bebida alcohólica artesanal y ancestral de la región del Pacífico), sirope de remolacha con naranja, zumo de limón y albahaca fresca, resaltando colores y sabores intensos. 

El tercero de los tiempos, luego del cual habrá que hacer una pausa, es ‘Ignacio’: bebida preparada con espirituoso de caña infusionado con cardamomo, sirope de corozo, albahaca y zumo de limón. Es un homenaje a la fuerza de los ancestros.

‘Los 7 tiempos’ no son un menú formal, sino una experiencia: siete sensaciones, siete momentos y siete sorpresas para los que deciden entrar en este hechizo culinario. Foto: Cortesía El Aquelarre.

Mientras se toma un obligado respiro y se afloja la garganta, se escucha y se entiende por qué cuando se habla de ‘espirituoso’ el término se refiere al alcohol que se usa para hacer el coctel, como un destilado base, como el whisky, el ron o el vodka.

De regreso a la acción, el cuarto tiempo es el ‘Ancestro’, un tributo a las ‘sacadoras’ del Pacífico (mujeres que se dedican a la preparación artesanal del viche), elaborado con viche Monte Manglar, sirope de tamarindo y limonaria, zumo de limón y agua tónica. Seguidamente y como ‘no hay quinto malo’ es tiempo de ‘Úrsula’, un coctel de carácter místico con licor anisado macerado con albahaca, frangelico y mermelada de lulo. El sexto es Agua y Manto, una mezcla de viche, uchuvas, jengibre, zumo de limón y mermelada con un sutil toque picante, que resalta los frutos cosechados en suelo nacional.

Finalmente, y como para aclarar la mente, el ‘Café de la casa’ es el tiempo de cierre de la experiencia con un coctel a base de café: un exquisito reconocimiento al producto insignia de la cultura y la gastronomía colombiana.

El recorrido sensorial por los siete cocteles permite al participante adentrarse en un universo creativo donde el viche —bebida patrimonial del Pacífico— se convierte en hilo conductor de la experiencia. Foto: Cortesía El Aquelarre.

Recomendaciones para aprovecharla al máximo

  • Reserva con anticipación — en fines de semana suele llenarse.
  • Ve con tiempo, sin prisas; se trata de disfrutar cada “tiempo”.
  • Ideal para celebraciones, encuentros especiales, experiencias distintas a lo convencional.
  • Pide recomendaciones del chef: muchas veces hay platos fuera de carta que sorprenden.
  • Si vienes acompañado, comparte varios platos para probar más sabores distintos.

Por supuesto, y para quienes quieran aprovechar aún más la experiencia de El Aquelarre, este restaurante bar con cocina de autor además ofrece un menú de cocina colombiana moderna con platos como el ‘Karma Del Paraiso’ (acevichado de hongos), ‘Costa Mágica’ (ceviche de camarones sobre cayeye) y opciones de carnes y pescados, todo con un toque criollo e ingredientes frescos.

El Aquelarre" en el Centro de Bogotá abre de 12:00 m. a 9:00 p.m. (lunes a jueves, con ofertas de 2 a 7 p.m.), pero si quieres ir a su sede en San Felipe (Cra. 22 #74a-38), abre de lunes a jueves de 12 m a 10 p.m., los viernes y sábados de 12 m a 12 de la noche, y los domingos de 12 m. a 8 p.m., ofreciendo un ambiente de bar-restaurante con magia y promociones.

Vivir ‘los 7 tiempos’ en El Aquelarre no es simplemente ir a beber — es entregarse a una experiencia: de sabor, historia, ambiente y sensaciones. Si buscas algo auténtico, memorable y con alma bogotana, este restaurante debería estar en tu lista de imperdibles.

Si quieres reservar en El Aquelarre, llama al número (601) 311 5681685. Y si quieres más información sobre la oferta culinaria de nuestra ciudad, quédate aquí, en www.visitbogota.co 

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