Si eres amante de la buena mesa, debes saber que en la capital colombiana queda el Mejor Restaurante de América Latina, escogido así por la prestigiosa selección global The World's 50 Best.
“El Chato, de Álvaro Clavijo, rinde homenaje a los productores con los que trabaja y aplica técnicas globales para destacar los ingredientes locales. Ofrece un ambiente agradable y acogedor, en consonancia con el objetivo de Clavijo de ofrecer a los comensales una experiencia gastronómica relajada y accesible”, reseñó The World's 50 Best al entregar el reconocimiento.
Otros cinco restaurantes colombianos lograron entrar a este importante ránking: Celele (Cartagena), en el puesto 5; Leo, Afluente y Humo Negro (Bogotá), en los puesto 23, 34 y 41; y Manuel, de Barranquilla, en el 46.
Desde su apertura en 2017, El Chato se ha consolidado como un destino imprescindible para quienes buscan entender la nueva cocina colombiana. Bajo la dirección del chef Álvaro Clavijo, rinde homenaje a la extraordinaria biodiversidad del país, combinando productos locales con técnicas modernas para dar vida a un menú degustación dinámico y en constante evolución.
La propuesta de El Chato nace de una filosofía clara: la cocina contemporánea es un diálogo entre memoria e innovación. Cada plato revela historias de productores locales, ecosistemas colombianos y, al mismo tiempo, la trayectoria internacional de Clavijo, marcada por una formación rigurosa y una curiosidad incansable.

Un chef hecho a pulso
Clavijo, nacido en Bogotá, estudió en la Escuela de Hostelería Hofmann (Barcelona) y en Le Cordon Bleu (París). Financió sus estudios lavando platos antes de abrirse camino en algunas de las cocinas más exigentes del mundo. Ha trabajado junto a figuras como Joël Robuchon, Thomas Keller en Per Se (Nueva York) y René Redzepi en Noma (Copenhague).
“En Francia aprendí las bases; en Estados Unidos, la disciplina; Dinamarca me dio estilo y España me enseñó a abrazar los ingredientes sin miedo”, ha expresado Álvaro Clavijo
Su regreso a Colombia fue inesperado —consecuencia de un visado rechazado—, pero convirtió esa circunstancia en la oportunidad de crear El Chato, un espacio donde la creatividad, el territorio y la técnica se entrelazan.
El Chato funciona como laboratorio y refugio creativo. Su menú degustación evoluciona no por temporadas estrictas, sino por descubrimiento: cambia cuando aparece un producto, un productor o una combinación que merece contarse.
El menú actual desarrolla una narrativa de mar y montaña, recorriendo las diversas geografías del país. Esta historia se expresa en ingredientes como la macadamia, proveniente de un caserío en la zona bananera y la trucha, obtenida en un nacimiento de agua cristalina entre Boyacá y Santander.

La libertad creativa de Clavijo también se refleja en su manera de reimaginar los ingredientes: en El Chato, una fruta puede comportarse como una verdura para acompañar una proteína, y un vegetal puede adquirir el rol de una fruta. Papayas semimaduras que funcionan como tubérculos, arracachas que revelan notas dulces, guayabas verdes tratadas como vegetales o uchuvas usadas para equilibrar fondos salados son solo algunas de estas transformaciones.
Con este reconocimiento, Bogotá avanza en su consolidación como potencia en turismo gastronómico. Si quieres reservar en El Chato, llama a los números (601) 740 4971 / (601) 743 9931. Y si quieres más información sobre la oferta culinaria de nuestra ciudad, quédate aquí, en www.visitbogota.co
